13. oct., 2018

Luces y sombras

Es curioso cómo a veces nos dejamos atrapar…

Nuestras sombras, nuestros miedos, están ahí, deseando que algo aparezca para salir a flote, para llamar nuestra atención…

… para confundirnos, y desviarnos del camino…

Porque todo lo que supone salir del camino de la oscuridad les supone salir de su zona de confort…

Pero… ¿Cómo hacer con nuestros miedos, con nuestras sombras, con nuestros juicios…?

Si los “anulamos”, y no les damos su sitio, ahí quedarán, de nuevo, ocultos dentro de nosotros, hasta que, en otra ocasión, tengan la oportunidad, nuevamente, de salir a flote… y volver a confundirnos…

…El juez que todos llevamos dentro, el miedo más profundo, los sentimientos indeseados que todos tenemos… (¡¡y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra!!)…

Entonces… ¿cuál es el camino…?

Si les damos el poder que nos piden, nos quedamos ahí, en la negatividad, en el auto-juicio, en las exigencias a los demás, en la crítica y el juicio, interno y externo… en la lucha, en el sentir que todo lo de fuera es un ataque hacia nosotros… ¡¡hacia nosotros!! ¡¡intocables!!...

…Nuestro ego… ay… nuestro ego… cómo de fácil es alimentarle…

Pero nos queda una vía… la de la aceptación…

…La de escuchar esos juicios, esos miedos, esas exigencias y esas críticas…

…Escucharlas, sentarlas a nuestro lado, o enfrente nuestra…

…Atrevernos a escucharlas, mirándolas a los ojos… y preguntarles…

¿por qué apareces?...

¿qué necesitas…?...

¿a qué temes…?

Temen salir de su zona de confort… temen no ser escuchados…

Necesitan ser escuchados, comprendidos y amados…

…necesitan su lugar…

Ahí estamos nosotros…

…No existe luz sin sombra… pero demasiada luz nos cegaría, y si viviéramos solo en la sombra nunca sabríamos por dónde avanzar…

…Ahí estamos nosotros… para darle a cada uno su lugar…

Quizás un día estemos más en la luz, otros más en la sombra… y todo lo veremos oscuro, difícil…

Pero ahí está el misterio, el reto…

El escuchar nuestras luces, nuestras sobras… darle a cada uno su lugar…

Aprovechar las circunstancias en las que se nos ponen de frente nuestros miedos más profundos, nuestros jueces, nuestras críticas… y comprenderlas… conocerlas desde el origen…

Porque al final, no sólo es nuestro, es de toda la humanidad… estamos conectados, y nuestros miedos son los de ellos… aceptando y amando nuestros miedos más profundos estaremos ayudando a toda la humanidad a crecer… a caminar hacia la luz… a avanzar… a comprenderse mejor los unos a los otros… a dejar de juzgar… a simplemente observar, sin exigir ni culpar…