13. oct., 2018

Juez, te pido una tregua...

¿Qué tiene de malo…?

¿Qué tiene de malo la soledad…?

¿Qué tiene de malo el con uno mismo estar…?

¿Qué tiene de malo el sentirse, escucharse, el parar… el no hacer, el estar cansado y descansar…?

¿Qué tienen de malo el sentarse a sentir…?

El aislarse de vez en cuando de la vida frenética que nos envuelve… del jaleo, del ruido, del estrés del no llegar a tiempo, del correr… de las conversaciones superficiales… del hablar sin nada decir…

¿Qué tiene de malo el llorar…?          

Quizás, lo que tenga algo de “malo” sea el no parar… el no escucharse, el no sentir… el hacer sin parar, el correr, el hablar sin decir, el no pararse a escuchar… las lágrimas aguantar…

Sin embargo, cuán culpables a veces nos sentimos cuando paramos… cuando nos escuchamos… cuando estamos cansados, y descansamos…

La culpa… la culpa… el juez… ese juez que no se ve, y nos acompaña dia y noche… ese juez que no vemos pero que nos habla, continuamente… “deberías”, “tienes que”, “pierdes el tiempo”…

Shhh… juez, hoy te pido una tregua… te doy vacaciones… descansa… tú también debes estar cansado de tanta actividad…

Shhh… juez… descansa, por favor… ven, conmigo, aquí, a este sofá… descansemos juntos… sólo un rato… vamos juntos a descansar…

Siéntate aquí, a mi lado, y mírame a los ojos… y dime la verdad… ¿por qué no puedes parar de juzgar…?

“Porque si dejo de juzgar, dejo de ser juez, y entonces no sabría ni quien soy”… me responde, tímidamente…  “porque tengo miedo de dejar de ser yo”… continúa el juez, casi envuelto en lágrimas…

Oh… juez… ahora te entiendo… puedo tu miedo sentir… y te comprendo… pero… ¿no te cansa el tener que estar así, para no saber lo que hay detrás de esa imagen?... ¿y si pruebas a encontrarte, detrás de tus juicios…? Sólo por un tiempo… a ver qué encuentras… porque yo puedo ver… que detrás sólo hay un niño, pequeño, que aprendió a hacer lo que le decían, para el “amor” encontrar… porque veo un niño herido, que se hizo fuerte y su esencia decidió ocultar… porque veo un niño que quiere llorar… un niño que quiere reir… un niño que quiere cantar, saltar bailar… pero que calla… que observa… que hace lo que sabe que no le va a llevar a una bronca llevar…