… qué me entristece hoy…

… qué me entristece hoy…

Me entristece el no saber el camino…

Me entristece ver que de nuevo las cosas son más importantes que las personas…

...los haceres que el estar…

...me hace sentir mal, porque últimamente sólo quiero estar, pero parece que sólo vale el hacer, el tener, el hacer, el ser más, el conseguir metas…

...mañana, todo mañana…

...ser libres mañana...,

...tener algo mañana...,

...conseguir algo para mañana...,

...esforzarse hoy hasta la extenuación para mañana…

pero… ¿Qué es el mañana…?

El mañana no existe…

...mañana estaremos igual, luchando para algo para ese mañana que nunca llega…

...hasta el día que trascendemos…

y mientras, por el camino…

…por el camino dejamos de lado a los padres, a los hermanos, a los amigos, a los primos, a los vecinos, a los compañeros…

… por el camino pasamos de largo de la hierba que crece cada día, del sol que nos alumbra y calienta todas las mañanas… “es su misión”…

Él, el sol, el árbol, la hierba, los pájaros, las nubes… ellos “están”…

Están en perfecta armonía, están y no se enjuician ni enjuician, están y no quieren liberarse del otro, ni controlar al otro, ni ser más, ni tener más, ni crecer más, simplemente están…

Me entristece hoy que no entiendo nada… quizás mi juez interior quiera jugarme una mala pasada, y quiera compararme con otros… mi juez interior juzga, dentro, juzga fuera… quizás… o quizás sólo sea eso: no entender nada…

Veo a gente que se quiere “liberar”, pero que encarcelan a otros, bajo su yugo, que creen tener la razón…

Les veo luchar, con violencia, por la paz…

qué contradicción…

usar la violencia para conseguir la paz…

no… nada entiendo hoy…

quizás sea yo… que estoy ya cansada… de tanto dolor, de tanto ego, de tanta “evolución”,…

que no deja de ser sino una trampa para hacer que la gente deje de ser, para evitar que amen, que sientan, que ríen, que canten, que lloren, que amen…

Veo a gente que el hacer le consume los minutos, los segundos, las horas…

...que en el hacer se le enfría el corazón… y el alma…

Veo a gente que ya no “veo”… o quizás sea yo… que ya no hay nada…