Viajero de las estrellas...

Dirige tu mirada hacia el cielo… Contempla la inmensidad…

Siente la inmensidad dentro de ti…

Contempla… y elige una estrella… no dudes, no compares… escoge una… la que sea…

Dirige ahora tu mirada a esa estrella…

Da igual cómo se llame… Da igual en qué constelación esté… no necesitas saberlo…

Por unos pocos minutos, ahora esa es y será “tu estrella”…

Cierra los ojos, pero mantén tu mirada hacia ella… tu mirada interior…

Poco a poco, ve tomando conciencia de tu cuerpo… y elévalo con tu mente…

Elévalo unos pocos centímetros… siéntete ingrávido… siente que ahora, puedes moverte en cualquier dirección…

Sube un poco más… ahora, puedes contemplar todo lo que hay bajo tus pies…

Puedes verte a ti mismo, participando de este evento…

Puedes ver a las otras personas con las que compartes este espacio, este tiempo…

Las rocas, los árboles, todo lo que te rodea… cada vez un poco más alto…

Y poco a poco… te vas alejando… con un objetivo: camino a tu estrella…

Te alejas un poco más… y todo, todo hace cada vez más pequeño…

Los árboles ya apenas son un punto ahí abajo…

… y todo… todo se hace más pequeño, en la inmensidad del universo…

… los problemas en el trabajo… la discusión familiar… las obligaciones…

… las casas, los animales, las montañas…

… las críticas, los conflictos, los juicios, los sufrimientos… la soledad…

… todo… todo va adquiriendo otra dimensión…

… Aquello que parecía inmenso, ahora no es más que un minúsculo punto ahí abajo…

… Aquella montaña, imposible de escalar, queda, ahora, invisible en la inmensidad…

… Aquel conflicto que tuviste ayer, queda, ahora, diluido… en la inmensidad…

… En una inmensidad que te pertenece también… y a la que tú también perteneces…

… En una inmensidad en la que estás inmerso… inevitablemente…

… formando parte de un engranaje perfecto… donde todo y todos forman parte del paisaje, y de su movimiento…

… de una inmensidad en la que no estás solo… en la que hay millones de estrellas, y de otros seres, como tú, que participan igualmente de ella… en este baile de estrellas… perfecto… casi mágico…

… y sigues… sigues tu camino a tu estrella… lento, rápido, como más te guste… porque ahora, en este momento, tú gobiernas tu viaje hacia las estrellas…

... tómate tu tiempo para viajar… y observa… contempla lo que te rodea…

¿Qué ves?.... ¿Qué aspecto, qué color, qué forma, qué tamaño tiene la inmensidad?...

¿Qué sientes…?... ¿Qué tacto, qué textura, qué temperatura tiene la inmensidad…?

¿Qué oyes…?... ¿A qué suena la inmensidad…? ¿Cómo suena el engranaje del universo?

¿A qué huele…?... ¿Qué olores tiene la inmensidad?...

¿Qué piensas…?... ¿Qué pensamientos te transmite la inmensidad…?

¿A qué sabe la inmensidad…?

¿Y qué sentimientos, qué emociones te genera estar consciente de esta inmensidad…?

¿Qué obstáculos te encuentras camino de tu estrella…? Recuerda, que tú, en este momento, diriges tu viaje… y puedes decidir qué hacer con los obstáculos… no olvides cómo todo lo que, antes de comenzar te parecía inmenso ahora ya no puedes ni verlo… recuérdalo… siempre… siempre que te encuentres con un obstáculo que no puedas superar…

Recuerda todo esto que ahora ves, sientes, oyes, huele, piensas, saboreas… recuérdalo para luego expresarlo, crear, escribir… de la forma que más cómoda o cómodo te sientas…

… Y por fin… por fin llegaste a tu estrella… que te espera con los brazos abiertos… algo de ella ya sabía que llegarías en algún momento… algo de ella va en ti… y algo de ti está en ella…

… Y ella, tu estrella… ella, tiene un regalo para ti… puedes perfectamente ver ese regalo… tocarlo, sentirlo, olerlo… ábrelo… y contémplalo… es sólo para ti… es un regalo de tu estrella, sólo para ti… puede ser cualquier cosa… una canción, un verso, una imagen, una palabra, una emoción, una idea, un sentimiento… no esperes nada, y estate abierto a todo… permite a tu estrella entregarte eso que hace tanto tiempo tiene guardado para ti… Recógelo, guárdalo dentro de ti… y quédate un rato a solas con él… con tu regalo… permítele que se comunique contigo… permítele que te entregue toda su esencia… disfruta, entrégate a este momento… Y si por acaso no te entregara nada… simplemente disfruta, de su presencia… de tu presencia… de este instante…

… y cuando así lo sientas… poco a poco… comienzas el viaje de vuelta a casa… un viaje de regreso, en el que ahora, será tu estrella la que poco a poco se convertirá en un pequeño punto de luz en la inmensidad… y aquellas montañas, aquellos árboles, que habían desaparecido, vuelven a hacerse presentes, vuelven a retomar su tamaño… aquel con el que lo percibes cuando estás en casa… pero que ahora, después de este viaje, sabes que su tamaño, sólo depende de la distancia con lo que los observes…

… Y poco a poco, según lo sientas… ve abriendo los ojos… y, si lo sientes, y lo deseas, escribe, dibuja, expresa… de la forma que desees…  el mensaje que tu estrella te dio para ti… puedes, si quieres, también compartirlo con los otros viajeros… quizás, entre todos, encontréis que juntando todos los mensajes, aparece otro mensaje detrás… ¿quién sabe…?...

Bienvenido de vuelta, viajero de las estrellas… Bienvenido… aunque no te has ido… siempre estuviste ahí, dentro de esa inmensidad… siempre, de ella, formando parte…